La rechifla por la elección de Piedad Mejía en 1970 fue tan famosa como sus declaraciones a la prensa, en las que decía admirar a Fidel Castro, al Che Guevara y al hippismo. Con ella se impusieron los diseños de lineas rectas en los vestidos.
En 1971 empezaron a reinar los postizos. María Luisa Lignarolo descresto a todo el mundo con el cambio continuo de pelucas y pestañas postizas. Creo un precedente al diseñar su propio ajuar, en el que predominaron las faldas estilo Chanel.
Ana Lucia Agudelo agradeció su elección como Señorita Colombia 1972 a la bota campana, las inmensas candongas, los zapatos de plataforma, el ombligo destapado y la ropa interior amarilla. Todo esto hizo que el jurado Jorge Mirjian, pintor argentino, criticara a los cuatro vientos el mal gusto de los diseñadores nacionales, encabezados por Amalin de Hazbún. De ellos aseguro que tenían gusto de pobres. La estatura de las candidatas aun no sobrepasaba los 1.65 mt.
CANDIDATAS EN 1973
En 1973 el estilo en el vestido y el maquillaje fue similar al de 1972. Ya para 1974 la prensa y los especialistas destacaron el nacimiento de un elemento perturbador: el maquillaje correctivo, con el cual se dice que Martha Lucia Echeverry disimuló los cachetes; Renata Zuñiga el acné y algunas otras las estrías y cicatrices. Y fue precisamente con la reina electa que el promedio de estatura de las candidatas se elevo a mas de 1.70 mt.
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